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La denominación enfermedad inflamatoria intestinal, que se abrevia frecuentemente como EII, se emplea para referirse a una serie de problemas que afectan predominantemente al intestino, y que se caracterizan porque producen una inflamación crónica, que no tiende a la curación. Agrupa varias enfermedades, pero sobre todo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Las dos enfermedades más comunes son:

• La colitis ulcerosa.
• La enfermedad de Crohn.

 

La enfermedad de Crohn puede causar inflamación en cualquier parte del tracto digestivo, sin embargo, afecta principalmente a la cola del intestino delgado. Mientras que la colitis ulcerosa implica inflamación del intestino grueso (colon) y recto.

• Genética.

Es posible que tenga más probabilidades de desarrollar EII si tiene un hermano o un padre con la enfermedad. Esta es la razón por la cual los médicos creen que la EII puede tener un componente genético.

 

• El sistema inmune

El sistema inmune también puede desempeñar un papel en la EII. Normalmente, el sistema inmunológico defiende el cuerpo de patógenos (organismos que causan enfermedades e infecciones). Una infección bacteriana o viral del tracto digestivo puede desencadenar respuesta inmune. Como el cuerpo trata de luchar contra los invasores, en el tracto digestivo se genera una respuesta inflamatoria. Cuando la infección se ha ido, la inflamación desaparece. Esa es una respuesta de un individuo normal con un sistema inmune saludable.

Los mayores factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa incluyen:

• Tabaquismo. El fumar también agrava el dolor y otros síntomas.
• Etnicidad. Las comunidades caucásicas tienen un mayor riesgo.
• Edad. Edad promedio antes de los 35 años.
• Historia familiar. Las personas que tienen un familiar con EII pueden desarrollarlo.
• Región geográfica. Las personas que viven en zonas urbanas y países industrializados.
• Género. En general la EII afecta a ambos géneros por igual.

Los síntomas de la EII varían dependiendo de la ubicación y la gravedad de la inflamación, pero pueden incluir:

• Diarrea, que ocurre cuando las partes afectadas del intestino no pueden reabsorber el agua
• Úlceras sangrantes, que pueden hacer que la sangre aparezca en las heces (hematoquezia)
• Dolor de estómago, calambres e hinchazón debido a obstrucción intestinal
• Pérdida de peso y anemia, que pueden causar un retraso en el crecimiento o desarrollo en niños
• Las personas con enfermedad de Crohn pueden tener aftas en sus bocas. A veces también aparecen úlceras y fisuras alrededor del área genital o del ano.

Las posibles complicaciones de la EII incluyen:

• Desnutrición con pérdida de peso resultante
• Cáncer de colon
• Fístulas (úlceras que pasan por la pared del intestino, creando un agujero entre diferentes partes del tracto digestivo)
• Ruptura intestinal (o perforación)
• Obstrucción intestinal
• En casos raros, un ataque severo de IBD puede hacerte entrar en shock. Esto puede poner en peligro la vida. El shock suele ser causado por la pérdida de sangre

Los objetivos actuales del tratamiento farmacológico son:

• Controlar de la sintomatología clínica asociada a enfermedad activa (Remisión clínica).
• Mantener la remisión clínica del paciente evitando nuevos brotes.
• Mantener un estado nutricional adecuado y conseguir un adecuado crecimiento y desarrollo en la edad pediátrica.
• Control de las lesiones intestinales, que pueden progresar a formas más evolucionadas de la enfermedad (estenosis, abscesos) y sujetas a mayor morbilidad y cirugía. El control adecuado de la inflamación mucosa, disminuye además, el desarrollo de lesiones malignas a largo plazo.
• Evitar la recurrencia de la enfermedad en caso de cirugía previa.
• Incrementar la calidad de vida del paciente, con una integración adecuada en su medio laboral y social.